La Terapia Neural es una terapia biorreguladora a través de un principio de estímulo y reacción. El estímulo es una pequeña aplicación de un anestésico local llamado procaína diluida a bajas concentraciones que se aplica en puntos específicos del cuerpo (Piel, fascias o ganglios nerviosos), la reacción es la respuesta del sistema nervioso autónomo.
El sistema nervioso autónomo constantemente recoge información de cómo está funcionando cada parte de nuestro organismo y también recibe información de lo que percibimos sobre lo que pasa a nuestro alrededor, con sus circuitos reguladores humorales, hormonales, neurales y celulares.
El sistema nervioso autónomo toma parte en todas las reacciones del organismo y participa también de los procesos mentales y emocionales.
Cuando el SNA se encuentra con una información que considera que no es la esperada pone en marcha una serie de mecanismos para modificar esa situación permitiendo que el cuerpo se autorregule y así adaptarse a nuevas situaciones.
Por ejemplo delante de una situación de estrés como ser perseguido por un león, se activa el sistema nervioso simpático, la adrenalina actúa y toda la energía del cuerpo se centra en salir corriendo. Este proceso suele durar poco.
Pero si el cuerpo está continuamente con la sensación de que te persigue un león, es decir en simpaticotonía aparecen enfermedades relacionadas con el estrés: bajada de defensas, inflamaciones del intestino, ansiedad, alergias…con la terapia neural desbloqueamos este estado simpaticomimético.
La terapia neural se basa también en buscar campos interferentes. Los campos interferentes se instalan dentro del cuerpo y en las células como parte de la memoria biológica, perpetuando así el desequilibrio que generan, por ejemplo, una cicatriz. En una zona donde existe un campo interferente las células se encuentran bajo un estrés que les impide recargarse de manera correcta, quedan en un estado de despolarización y por tanto las funciones vegetativas se encuentran paralizadas al interrumpirse el suministro de energía.
Así podemos entender cómo a partir de una intervención quirúrgica pueden aparecer “enfermedades que aparentemente no están relacionadas con esa operación” como alergias, dolores o estreñimiento.
La procaína diluida tiene un alto potencial eléctrico de 290 milivoltios que al ser aplicada en el campo interferente produce un estímulo energético sobre las células, permitiendo que se repolaricen y se estabilicen los potenciales de membrana, recuperando así la función interferida y permitiendo que el organismo reorganice las funciones vegetativas.
La terapia neural se aplica en:
- Dolores agudos y crónicos.
- Para combatir los efectos de inflamaciones.
- En problemas circulatorios y de tensión o rigidez muscular.
- Para combatir enfermedades crónicas ocasionadas por campos interferentes.
- En toda patología en donde haya una alteración funcional del sistema nervioso, endócrino o inmune.
- Una especialidad de la Terapia Neural son las enfermedades del aparato locomotor.